Cuando planteamos actividades sobre audición musical, no solo debemos trabajar el análisis formal de la obra: ritmo, melodía, instrumentos, textura, dinámica, forma, sino que debemos plantear la audición de tal modo que además de conocer los elementos que la configuran y su disposición en la obra, el alumno/a sea capaz de apreciar su belleza, y experimentar su escucha como algo placentero.