Por ejemplo, si analizamos un envase de un alimento, podemos observar los colores utilizados, las imágenes, las tipografías y los símbolos presentes en él. Estos elementos pueden estar comunicando características específicas del producto, como su frescura, su sabor, su calidad o su origen. También podemos analizar el uso de la marca y cómo esta puede influir en la percepción del producto por parte del consumidor.