En la noche serena danza la Luna,
su luz plateada acaricia la cuna.
Susurran los álamos secretos al viento,
melodía celeste, un eterno aliento.
Entre estrellas brillantes, danza el desvelo,
un poema lírico, en el cielo, revelo.
Suspiros de amores que el tiempo llevó,
como hojas doradas que el otoño soltó.
El río murmura con voz de cristal,
historias de amores que el tiempo no halla.
En el aire, fragancias de sueños y flores,
poema lírico que cuenta sus amores.
Bailan las sombras en la luz de la aurora,
un verso etéreo, en la memoria mora.
Así, en la poesía del alma imperecedera,
se entrelazan versos, danza sincera.