Los medios de cultivo desempeñan un papel esencial en la microbiología y biotecnología al proporcionar las condiciones necesarias para el crecimiento y desarrollo de microorganismos o células. Estos medios varían en su composición, pudiendo contener fuentes de carbono, nitrógeno, minerales y otros nutrientes esenciales. Además, pueden presentarse en formas líquidas, semisólidas o sólidas, permitiendo la adaptación a diversas técnicas de cultivo, desde el crecimiento en suspensión hasta la formación de colonias aisladas en agar. La selectividad y diferenciación también son características clave, ya que algunos medios están diseñados para favorecer o inhibir el crecimiento de ciertos microorganismos, facilitando investigaciones específicas (Romero, Aguirre, Plata, & Yepes, 2018).