Los procesos de mejora escolar han de ser entendidos como una secuencia de actividades que las personas implicadas (profesorado, equipos de gestión, familias, alumnado, otro personal) llevan a cabo para conseguir la meta establecida. La mejora escolar no es un conjunto de reglas fijas que hay que cumplir de forma inflexible, sino un proceso que requiere planificación, pero también flexibilidad.