Es una obra de arte influenciada por elementos como casas en los árboles, vecindarios empoderados, paisajes nocturnos, plantas sagradas, cadenas montañosas distantes, animales nunca antes vistos, historias originales y olvidadas, lenguajes susurrados, antiguos senderos, lugares imaginarios y la condición humana. Esta creación fusiona realidad y ficción, lo tangible y lo efímero, dando lugar a una cultura completamente nueva y compleja. Acompañada de un paisaje sonoro original y experimental del compositor Joel P. West, la instalación invita a los visitantes a explorar lugares extraños pero reconocibles al entrar físicamente en ella.