Nonaka y Takeuchi (1999) hacen la distinción entre los conocimientos tácito y explícito: el primero es lo aprendido con la experiencia personal e involucra factores intangibles como las creencias, el punto de vista propio y los valores, es decir, del comportamiento humano, y lo definen como el más importante y apegado a la filosofía oriental, sobre todo en las compañías japonesas; el segundo es lo que puede expresarse mediante el lenguaje formal, incluidos enunciados gramaticales, expresiones matemáticas, especificaciones, manuales, etc. y lo consideran como resultado de la tradición filosófica de occidente