En esta fase se debe producir la consolidación del aprendizaje realizado en las fases anteriores. Los estudiantes deberán utilizar los conocimientos adquiridos para resolver actividades diferentes de los anteriores y, probablemente, más complejos. El profesor propone a sus alumnos problemas que no sean una simple aplicación directa de un dato, sino que planteen nuevas relaciones o propiedades, que sean más abiertos, preferiblemente con varias vías de resolución, con varias soluciones o con ninguna.