Please enable JavaScript.
Coggle requires JavaScript to display documents.
TEORÍA DEL RENACENTISMO Y LA ÉTICA Ileana Álvarez 23-0346 e Ingrid Sánchez…
TEORÍA DEL RENACENTISMO Y LA ÉTICA Ileana Álvarez 23-0346 e Ingrid Sánchez 23-0136
Agustín de Hipona: La lucha entre el bien y el mal
Agustín de Hipona (354-430), obispo de Hipona, fue un importante filósofo cristiano en el primer milenio y padre de la Iglesia cristiana.
Buscó combinar el pensamiento filosófico, especialmente platónico, con la fe cristiana, expresado en su fórmula "credo ut intelligam" (creo para entender).
La filosofía agustiniana se basa en la conversión, un cambio sobrenatural que supera las limitaciones de la razón.
Desde una perspectiva ética, Agustín se centró en la subjetividad, la lucha entre la razón y la fe, y cómo esto afecta la forma de vivir.
Agustín describió una discrepancia entre la voluntad humana y la divina, influenciado inicialmente por el maniqueísmo.
Definió el mal como una carencia o privación de ser y lo vinculó al pecado y a la mala voluntad.
En contraste con el intelectualismo moral socrático, Agustín enfatizó la importancia de la voluntad y la necesidad de la gracia divina para la salvación.
La historia según Agustín es la historia de la salvación, donde la soberbia es el amor de uno mismo y el bien es el amor de Dios.
Distinguió entre la "ciudad de Dios" (los que viven para Dios) y la "ciudad terrena" (los que viven egoístamente).
Agustín definió la esencia del hombre como el amor divino (charitas) y promovió el amor orientado correctamente, expresado en la frase "ama, et fac quod vis" (ama y haz lo que quieras).
La reforma protestante
La Reforma Protestante, liderada por figuras como Lutero y Calvino en el siglo XVI, fue un evento central en la Edad Moderna con impacto en Europa.
La Reforma trató de redefinir la autoridad política y la relación entre el cristiano y el Estado.
Los teólogos protestantes enfatizaron la autoridad divina y la relación directa entre el individuo y Dios, basándose en una nueva interpretación de la Biblia.
La Reforma fortaleció la autoridad política en comparación con la eclesiástica, cambiando la dinámica de poder en la sociedad.
La ética de Lutero se centró en la fe y la gracia divina como elementos clave para la salvación, en lugar de las obras humanas.
La Reforma contribuyó a la secularización al permitir al Estado gobernarse con autonomía, alejándose de la autoridad de la Iglesia.
La Reforma también condujo a las guerras de religión y al desarrollo de la teoría política sobre los fundamentos de la autoridad estatal y el derecho de resistencia.
Tomas de Aquino: La ley natural
Tomás de Aquino (1221-1274) es un destacado teólogo y metafísico del pensamiento cristiano medieval, conocido como el "Doctor Angélico" por su sólido sistema filosófico.
Combina el aristotelismo con el cristianismo, enfocándose en las relaciones entre razón y fe.
Define al ser humano como naturaleza racional capaz de conocer la razón en la naturaleza y busca el bien supremo (Dios).
La limitación epistemológica humana impide conocer a Dios en su grado más elevado, lo que da lugar a la libertad humana.
La ley eterna es el plan divino que rige el universo, la ley natural es el conocimiento limitado de ella por los seres racionales, y las leyes humanas son interpretaciones de la ley natural.
La ética de Tomás se basa en hacer el bien y evitar el mal, con la participación racional en el entendimiento divino como guía.
Las virtudes morales, como la prudencia, justicia, fortaleza y templanza, son fuerzas que llevan a actuar en concordancia con la naturaleza humana.
Define la ley eterna como un dictamen de la razón práctica en el príncipe que gobierna una comunidad perfecta.
La ley natural es la participación de los seres racionales en la ley eterna y está relacionada con la inclinación natural a los actos y al fin debidos.
La ley humana positiva es un dictamen de la razón práctica que deriva de principios y conclusiones, siempre que se ajuste a la ley natural.
El realismo político de Maquiavelo
Maquiavelo (1469-1527), diplomático y pensador italiano; con ideas consideradas por el movimiento de reacción contrarreformista, como ideas inmorales y corruptoras.
Maquiavelo inauguró la autonomía de la política en relación a la ética, enfocándose en las condiciones que rigen el comportamiento político en lugar de fundamentar la vida moral de los Estados.
Su enfoque se centra en la observación, comparación y teorización de la política, lo que lo convierte en un padre fundador de la ciencia política.
La neutralidad axiológica de Maquiavelo implica que su teoría política no tiene una evaluación moral y puede ser utilizada por gobernantes virtuosos o tiranos.
Maquiavelo ve la excelencia del gobernante como "virtú", una combinación de fuerza y habilidad para lograr objetivos políticos, en lugar de virtud en el sentido moral.
Su pesimismo antropológico considera que los hombres tienden al egoísmo y la ambición, lo que lleva a la política a ser abocada al conflicto.
El Estado es visto como una entidad en constante conflicto interno y externo, lo que conlleva una jerarquía de poder y asimetría de conocimiento.
La política se basa en relaciones de poder y lucha, donde los principios morales y jurídicos son secundarios ante la fuerza.
Las utopías renacentistas
En contraste con el realismo político, el Renacimiento también vio la emergencia de la sensibilidad opuesta: la utopía social.
Los principales representantes de la utopía renacentista son Thomas More con su obra "Utopía", Tomasso Campanela con "Heliopolis" y Francis Bacon con "La nueva Atlántida".
Estas utopías surgieron en un contexto de preocupación por la corrupción política y el malestar social que precedieron a las largas guerras en la Europa Moderna.
La utopía renacentista se considera más como un canto de cisne de un viejo ideal que como una voz auténtica de la época emergente.
En "Utopía" de Thomas More, se escenifica un diálogo que analiza problemas sociales de la época, como la avaricia mercantil, la violencia en las calles y la inmoralidad de las costumbres nobles.
La segunda parte del libro describe la organización social y política de Utopía, basada en ideales humanistas de una sociedad sana y la importancia de la reforma institucional y educativa para cultivar el bien público sobre el interés privado.