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El aprendizaje de la lengua oral: la terapia del lenguaje como…
El aprendizaje de la lengua oral:
la terapia del lenguaje como complemento
El aprendizaje del habla para el niño sordo con pérdida auditiva
No puede darse como un proceso natural de adquisición, requiere por tanto, de una enseñanza directa que implica:
Repetición
Corrección
Retroalimentación
Enseñanza de habilidades complejas y específicas
Estos, llevan años de trabajo terapéutico, enfocados principalmente en la oralización.
En algunos casos, los resultados de la oralización son muy positivos, sin embargo, hay personas sordas que no logran hablar y dominar la lectura de los labios.
La terapia de lenguaje puede y debe darse como un complemento terapéutico extraescolar, nunca como la única opción de comunicación.
Los modelos tradicionales de la educación del sordo invierten muchos años en la enseñanza de la lengua oral, a partir de la premisa de que si el niño sordo logra hablar y comprender a través de la lectura labiofacial.
Pero, la mayoría de los sordos no logra ser competente en el uso de la lengua oral y tener una comunicación efectiva.
El desarrollo de las habilidades del habla y la lectura labiofacial deben considerarse aprendizajes por perfeccionar, que dependen en gran medida de los restos auditivos de cada niño.
Por ello, no todas las personas sordas podrán aprender la lengua oral a pesar de que reciban terapia de lenguaje por tiempo prolongado.
El criterio de enfocar la educación a la enseñanza de la modalidad oral y hacer hincapié en las habilidades del habla, ha tenido como consecuencia dejar de lado el óptimo desarrollo cognitivo y emocional de los sordos.
La educación que reciba el niño sordo debe favorecer la adquisición de competencias para:
Implante coclear
La tecnología ofrece el implante como alternativa, este puede tener un considerable impacto en el desarrollo del habla, pero no sucede así en todos los casos.
La información auditiva por sí sola no es suficiente para el desarrollo de la lengua oral, y el éxito de una implantación depende de múltiples factores.
No todos los niños sordos son candidatos a ser implantados
Este implante o los auxiliares
auditivos no garantizan por sí solos que la persona reciba la información auditiva necesaria para el desarrollo de la lengua oral.
Su éxito depende de múltiples factores como:
El diagnóstico oportuno
El grado de pérdida auditiva
El tipo de auxiliar que se recomienda para cada persona.
Los padres no deben buscar en este una solución mágica al reto que representa tener un niño “diferente” a los demás, sino aceptarlo con esa diferencia.
Ser bilingüe-bicultural: el derecho del niño sordo
El bilingüismo
En la educación de los alumnos sordos, implica desarrollar al máximo dos lenguas de modalidad distinta.
La lengua de señas como primera lengua, esta para los alumnos sordos es plenamente accesible.
Todas las lenguas de señas son lenguas completas con estructuras gramaticales que pueden expresar el pensamiento de
igual manera que cualquier lengua oral.
Cumplen las mismas funciones que cualquier otra lengua.
La lengua de la mayoría, o el español, en su modalidad escrita y para algunos de ellos, también en su modalidad hablada, como una segunda lengua.
La educación del niño sordo debe hacer valer el derecho de estar en contacto con las dos comunidades lingüísticas, fomentando la
necesidad de aprender y usar ambas lenguas
Ser bilingüe no significa hablar dos idiomas al mismo tiempo.
El intento de la corriente de la Comunicación total, mediante el bimodalismo (hablar y signar a la vez) no es válido ni posible.
No es posible pensar en dos gramáticas distintas al mismo tiempo, por lo que utilizar un bimodalismo hace que se deterioren ambas lenguas.
Ser bilingüe significa conocer y manejar, en un nivel u otro, dos lenguas diferentes.
No requiere que la persona sea igual de competente en todas las lenguas, ni que su competencia permanezca invariable a lo largo del tiempo.
Así, el niño sordo que desarrolla una lengua de señas, puede ir aprendiendo también el español como una segunda lengua, en su modalidad escrita pero su competencia en la última no será necesariamente igual que en la primera, y dependerá del trabajo que se realice en la escuela, para que logre acceder a un nivel de competencia superior
Se manifiesta cuando el alumno sordo ya es muy competente en su comunicación a través de la lengua de señas y menos competente en la comprensión y expresión del español escrito.
Es progresivo e infinito.
Las niñas y los niños sordos, deben tener derecho a crecer bilingües y a conocer las dos culturas en que estarán inmersos.
Al conocer y usar la lengua de señas y el español el niño alcanzará un completo desarrollo de sus capacidades cognitivas, lingüísticas y sociales.
Tener contacto desde una edad temprana con dos lenguas ofrece a cualquier niño un óptimo desarrollo cognitivo y persona, así como la posibilidad de identificarse culturalmente con dos comunidades lingüísticas.
El aprendizaje
La vida
El trabajo
La participación social
Crecer como individuos íntegros
A partir de contar con un código de comunicación eficiente.