En el frente occidental, Alemania atacó Francia tras haber invadido Luxemburgo y Bélgica. De esta manera, en pocos días, el ejército alemán llegó a estar a tan solo 40 kilómetros de París. Finalmente, en la primera batalla del Marne, los franceses lograban, con la colaboración de las tropas británicas, detener a duras penas el avance enemigo.