gracias al análisis de sensibilidad, las empresas podrán determinar qué procesos y proyectos no están dando los resultados esperados, es decir, qué proyectos no cumplen con los objetivos que se fijaron en un principio. De esta forma, y gracias al análisis de sensibilidad, las empresas podrán detectar los errores y fallos que se están produciendo, lo cual les permitirá subsanarlos y esto redundará positivamente en la calidad de los productos, así como suponer un ahorro importante de tiempo.