Se enfoca en los esquemas cognitivos formados en la infancia por la influencia familiar, dando importancia al aprendizaje temprano en el contexto familiar. Identifica esquemas desadaptativos tempranos, patrones de recuerdos, cogniciones y emociones desarrollados a lo largo de la vida, integrando aspectos como el temperamento innato, necesidades emocionales insatisfechas y experiencias tempranas tóxicas, como deprivación, traumatización, exceso de gratificación y identificación selectiva con los padres.