La UNESCO plantea la educación para la ciudadanía planetaria como una vía para empoderar al estudiantado a que participe y asuma acciones a nivel local y global, tendientes a resolver los desafíos mundiales y a generar aportes proactivos para la construcción de sociedades más justas, pacíficas, tolerantes, inclusivas, seguras y sostenibles. Considera el poder transformador de la educación y su posibilidad de dar a las personas oportunidades y capacidades para asumir los derechos y obligaciones individuales en el fomento de un mundo y un futuro mejores. Con tal fin, se requiere desarrollar procesos educativos transformadores que incorporen temáticas como derechos humanos, desarrollo sostenible, interculturalidad, educación para la paz, entre otros. Para realizar el abordaje de la educación para la ciudadanía planetaria la UNESCO establece tres dimensiones conceptuales:
- Socioemocional: procura el desarrollo de un sentido de pertenencia a la comunidad humana, lo que implica asumir responsabilidades y fortalecer valores conducentes a la empatía, solidaridad y respeto por las diferencias y la diversidad
- Conductual: motiva la actuación efectiva y responsable en los niveles locales, nacionales y globales, en la búsqueda de un mundo pacífico y sostenible.
- Cognitiva: implica la adquisición de conocimiento, comprensión y pensamiento crítico sobre los temas globales, regionales y locales, así como reconocer las interconexiones e interdependencia de los diferentes países y poblaciones.