Martin Heidegger caracteriza el pensamiento moderno como "la época de las concepciones del mundo" es decir, la época en que se da más valor a la representación ideal del mundo que a su realidad, con el olvido del ser, bien entendido que puede haber tantas representaciones como cabezas, porque el punto original de mira será el yo humano que, además. mira hacia dentro, hacia su conciencia para encontrar allí el objeto de su razón raciocinante y constructora.
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