Un contactor es un dispositivo electromecánico que tiene la capacidad de establecer o interrumpir la corriente eléctrica de una carga, con la posibilidad de ser accionado a distancia mediante la utilización de elementos de comando, los cuales están compuestos por un circuito bobina / electroimán por la cual circula una menor corriente que la de carga en sí. Constructivamente son similares a los relés, y ambos permiten controlar en forma manual o automática, ya sea localmente o a distancia toda clase de circuitos. Pero se diferencian por la misión que cumple cada uno: los relés controlan corrientes de bajo valor como las de circuitos de alarmas visuales o sonoras, alimentación de contactores, etc. y los contactores se utilizan como interruptores electromagnéticos en la conexión y desconexión de circuitos de iluminación y fuerza motriz de elevada tensión y potencia. La finalidad de un contactor es la de accionar cargas elevadas que pudieren producir algún efecto perjudicial en la salud del operador
Ventajas
Automatización: Los contactores permiten la automatización del arranque y paro de motores eléctricos y otros aparatos de potencia, lo que reduce la necesidad de intervención humana y aumenta la eficiencia del proceso.
Seguridad: Los contactores pueden cortar la corriente eléctrica de un receptor o instalación con la posibilidad de ser accionado a distancia, lo que aumenta la seguridad en el manejo de la energía eléctrica.
Durabilidad: Los contactores están diseñados para soportar altas corrientes y voltajes, lo que los hace duraderos y resistentes al desgaste.
Desventajas
Costo: Los contactores pueden ser costosos en comparación con otros dispositivos eléctricos más simples.
Tamaño: Los contactores son dispositivos relativamente grandes, lo que puede ser un problema en aplicaciones donde el espacio es limitado.
Ruido: Los contactores electromagnéticos pueden producir ruido durante su funcionamiento, lo que puede ser una molestia en ciertas aplicaciones.