Mediante el movimiento de rotación, la Tierra gira sobre sí misma en sentido contrario al de las agujas del reloj, alrededor de un eje imaginario, ligeramente inclinado, que la atravesaría por los dos polos. Tarda 24 horas en dar una vuelta completa y este movimiento origina
La alternancia del día y la noche, determinando el ritmo de vida de los seres vivos, su alimentación y su descanso.