Gamificación: Convertir el aprendizaje en un juego, utilizando elementos como puntos, niveles, desafíos y recompensas para motivar a los estudiantes a participar y aprender.
Aprendizaje basado en proyectos: Plantear situaciones reales o problemas a resolver mediante proyectos, fomentando la investigación, el trabajo en equipo y la creatividad.
Aprendizaje colaborativo: Promover la interacción entre estudiantes a través de juegos cooperativos, donde deben trabajar en equipo para alcanzar un objetivo común.
Aprendizaje autónomo: Proporcionar actividades interactivas y autoguiadas que permitan a los estudiantes explorar y descubrir por sí mismos los contenidos del currículo.
Personalización del aprendizaje: Adaptar la aplicación a las necesidades y habilidades individuales de cada estudiante, brindando opciones de nivel de dificultad, rutas de aprendizaje personalizadas y recursos adicionales según sus intereses y preferencias.
Uso de multimedia: Incorporar elementos visuales, auditivos y táctiles en la aplicación, como imágenes, videos, grabaciones de audio y animaciones, para hacerla más atractiva y facilitar la comprensión de los contenidos.
Evaluación formativa: Incluir actividades de evaluación durante el proceso de aprendizaje que permitan al estudiante monitorear su progreso y al docente ajustar su enseñanza de acuerdo a las necesidades de cada estudiante.