La historia se desarrolla en la ciudad de Barcelona, tanto en la calle Aribau como en la ciudad misma: el Barrio Chino, la Universidad, las playas, los restaurantes, las calles, las Ramblas... El espacio más importante es la casa de su familia, en la calle de Aribau, en la cual vivió el año en el que transcurre la obra. Es descrita como oscura, vieja, polvorienta, con muebles viejos, telarañas... La casa estaba dividida por cuartos, una cocina, un cuarto de baño en donde solo había agua fría. Era una casa que Andrea definía en pocas palabras como una casa de brujas y que sin duda habitaba gente muy rara. En el piso superior se encontraba el departamento de Román.