La clindamicina es mejor que la penicilina respecto a eficacia, lapso hasta la resolución de los síntomas y perfil de efectos adversos. Un régimen apropiado con ella incluye 600 mg por vía IV cada 6 h, al que se añadirá una cefalosporina de la segunda generación como cefuroxima, 750 mg IV cada 8 h o una cefalosporina de la tercera generación como ceftriaxona, a razón de 1 g IV cada 12 h o una aminopenicilina/inhibidor de lactamasa beta como ampicilina/sulbactam, a razón de 1.5 a 3.0 g IV cada 6 h