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INTOXICACIONES - Coggle Diagram

- - - - Dérmica: remover la toxina con agua y jabón no abrasivo y retirar la ropa.
      - Ocular: irrigación con solución salina.
      - Inhalación: son un gran reto, ya que no se tiene acceso a las toxinas, ni es posible removerlas.
      - Gastrointestinal: lo que se emplea con mayor frecuencia es la administración de carbón activado; otros métodos incluyen inducción del vómito, lavado gástrico, catárticos e irrigación intestinal.
      - Carbón activado. Es un adsorbente inerte, no tóxico, que se une de manera irreversible a las toxinas impidiendo su absorción. Se administra cuando la ingestión del agente tóxico es reciente o si la sustancia tiene importante circulación enterohepática.
      - Inducción del vómito. Se utiliza jarabe de ipecacuana (30 mL con 240 mL de agua) en pacientes completamente despiertos. Es el preferido en población pediátrica y también es factible utilizarlo en el medio extrahospitalario.
      - Lavado gástrico. Se utilizan sondas de 24 a 28 Fr con lavados de 200 mL, hasta que el agua se aclare. Tras verificar la adecuada colocación de la sonda, se lleva a cabo el procedimiento, lo cual debe ser 1 a 2 h después de la ingestión, aunque es posible su uso cuando las toxinas disminuyen el tránsito intestinal, como en salicilatos, opiáceos y antidepresivos tricíclicos.
      - Irrigación intestinal. Se utiliza solución con polietilenglicol o cloruro de potasio y sirve para arrastrar las tabletas o paquetes a través del tubo digestivo. Se emplea en intoxicaciones en las que el carbón activado no tiene efecto. Contraindicaciones: íleo, hemorragia y perforación gastrointestinal.