Please enable JavaScript.
Coggle requires JavaScript to display documents.
DIRECTRICES PARA UNA APLICACIÓN ADECUADA DEL MOLDEADO - Coggle Diagram
DIRECTRICES PARA UNA APLICACIÓN
ADECUADA DEL MOLDEADO
Seleccionar el objetivo o conducta final
a. Elegir un comportamiento específico, como trabajar en silencio durante diez minutos,
en vez de una categoría general como «portarse bien en clase».
.
El moldeado es adecuado
para cambiar la cantidad, latencia e intensidad del comportamiento, así como
para desarrollar nuevas conductas con distinto aspecto (topografía o forma).
Si la conducta final es una secuencia compleja de actividades, por ejemplo, hacer la cama,
habrá que fragmentarla en una secuencia de acciones y si el programa consiste en
vincular los pasos en un orden específico, entonces ni es correcto describirlo como
moldeado, ni el mejor abordaje para su consecución es un programa de moldeado
b. Siempre que sea posible, elija una conducta que, una vez moldeada, sea controlada por
reforzadores naturales.
Elegir un reforzador adecuado
las directrices para la aplicación
eficaz del reforzamiento positivo
El plan inicial
a. Hacer una lista de las aproximaciones sucesivas a la conducta final, comenzando por la
conducta inicial.
.
Para elegir ésta, hay que localizar una conducta que ya esté presente en
el repertorio del aprendiz, que guarde algún parecido con la conducta fi nal y que se haya
producido al menos una vez durante un periodo de observación.
b. Los pasos iniciales y las aproximaciones sucesivas suelen ser «suposiciones con cierto
fundamento», que se pueden modifi car a lo largo del programa a la vista del rendimiento
del aprendiz.
Aplicar el procedimiento
a. Hay que explicar el plan al aprendiz antes de empezar
b. Se empieza reforzando todas las ocasiones en que se produce la conducta inicial.
c. No se avanza hacia la siguiente aproximación hasta que no se domina la previa.
d. Si no tenemos la certeza de cuándo avanzar hacia una nueva aproximación, usamos la
siguiente regla:
.
sólo se avanza si el aprendiz realiza la conducta actual correctamente en
seis de cada diez ensayos; por lo general, con uno o dos ensayos menos correctos de lo deseable
y uno o dos en que la conducta es, de hecho, superior a la deseada en este punto.
e. Hay que evitar los refuerzos tanto por exceso como por defecto en todas las fases.
f. Si observamos que la persona deja de trabajar, es posible que se haya avanzado demasiado
rápido, que los pasos no hayan sido de la dimensión adecuada o que el reforzador sea ineficaz.
(1) Compruebe en primer lugar la eficacia del reforzador.
(2) Si el aprendiz deja de prestar atención o da muestras de aburrimiento, es probable
que los pasos sean demasiado pequeños.
(3) La distracción y el aburrimiento también aparecen cuando se ha progresado con demasiada
rapidez.
De ser así, se regresa a la fase anterior y se repiten los ensayos, antes
de presentar de nuevo esta aproximación
(4) Si siguen apreciándose dificultades a pesar de haber vuelto atrás, podríamos subdividir las fases que parecen causar más estancamiento.