Los seres vivos dependen en gran medida de vitaminas y minerales para funcionar correctamente y mantener el equilibrio. Se requiere una variedad de vitaminas en pequeñas cantidades, como las vitaminas A, C, D, E, K y B (incluidas B1, B2, B3, B5, B6, B7, B9 y B12), todas las cuales son vitales. Compuestos orgánicos. Estas vitaminas desempeñan funciones individuales, como la contribución de la vitamina A la salud de la piel y la visión, la eficacia de la vitamina C como antioxidante y la importancia de la vitamina D para complementar la ingesta de calcio. Los elementos inorgánicos esenciales son minerales como fósforo, selenio, yodo, hierro, sodio, azufre, manganeso, zinc, cloro, flúor, potasio, cobalto, magnesio y calcio. Todos ellos desempeñan un papel vital en diversos procesos, como el equilibrio de líquidos y la función nerviosa y muscular. Los huesos fuertes necesitan calcio y la sangre necesita hierro para transportar oxígeno.El mantenimiento de un equilibrio adecuado de estos micronutrientes es esencial para la salud general y el bienestar. La ingesta adecuada de vitaminas y minerales a través de una dieta equilibrada es fundamental para un funcionamiento óptimo del cuerpo y una vida saludable.