Las Bodas de Caná: En el séptimos día de la vida pública de Jesús, el día en que empieza lo nuevo, el día en el que finaliza la Creación. Nos sitúa en una boda, símbolo de alianza, amor y alegría. La gente sabe que la boda es entre Dios e Israel. Un día de fiesta y alegría se torna en tristeza y abatimiento porque falta el vino. La Ley del pueblo de Israel está "vacía", es imperfecta, no puede salvar. Comienza la actuación de Jesús que mandará que llenen de agua esas tinajas. Al sacar el líquido de ellas, ya no es agua lo que sale sino un vino extraordinario. Cuando uno descubre en su vida el Reino de Dios y lo acepta, todo se transforma en alegría, abundancia y vida.