Obviamente (como pasó en Australia y Nueva Zelanda), esta colonización tuvo un gran costo sobre la fauna de América. Por ejemplo, cuando los homo sapiens llegaron a Canadá, había mamuts, mastodontes, roedores gigantes, caballos y camellos, leones gigantes, dientes de sable y perezosos terrestres de hasta 8 toneladas que medían 6 metros de altura.
En Sudamérica ocurría lo mismo, en donde podíamos ver la evolución de muchos animales Africanos y Asiáticos en lugares diferentes.
Dos mil años después de la llegada de los sapiens norteamérica perdió 34 de 47 géneros de mamíferos, sudamérica perdió 50 de los 60. También de todas las especies anteriores, muchas se extinguieron y dejaron descendientes que fueron una sombra de lo que una vez fueron.
Un ejemplo de esto fueron los huesos y restos de excremento de camellos, que son estudiados y datan que los más recientes fueron entre los 12.000 y los 9.000 años a.c, justo cuando los sapiens llegaron a América.
Según estas evidencias es imposible decir que el cambio climático fue la causa de esta extinción, así que toca asumir que nosotros, los homo sapiens, fuimos la causa de una extinción mundial de la fauna a través de extensos territorios.