Receptores y Retroalimentación: Las catecolaminas ejercen sus efectos al unirse a receptores específicos en las células objetivo. Los efectos varían según el tipo de receptor (alfa-1, alfa-2, beta-1, beta-2, beta-3). Una vez que se unen, pueden desencadenar una cascada de señalización intracelular que produce una respuesta. Además, hay un mecanismo de retroalimentación negativa que regula la liberación de catecolaminas: cuando se alcanzan niveles suficientemente altos en la sangre o el espacio sináptico, se reduce la señalización nerviosa para evitar un exceso.