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Concepciones modernas de la opinión pública, CRISTEL ROJAS PERIODISMO III…
Concepciones modernas de la opinión pública
Generaciones de filósofos, juristas, historiadores, politólogos, periodistas y sociólogos han intentado definir con precisión el concepto de opinión pública. A mediados de los sesenta Harwood Childs emprendió la tediosa tarea de recoger las definiciones que se habían dado de ese concepto.
Childs, encontró 50 diferentes en la literatura existente hasta esa fecha. Ante la imposibilidad de acotarlo se decidió que lo mejor era abandonarlo. Que era una ficción, que era historia. No sirvió de nada, "el concepto sencillamente se niega a morir", se lamentaba el profesor de periodismo Emil Dovifat.
En 1968 W. Phillips Davison, profesor de periodismo de la Universidad de Columbia, comenzaba su artículo Public Opinion, escrito para la International
Encyclopedia of the Social Sciences comenzaba con esta frase: "No hay una definición generalmente aceptada de "opinión pública".
Apostaba por la publicidad total de las actividades estatales.
Afirmaba que "sólo los locos, los teóricos puros o los aprendices dejan de tener en cuenta la opinión pública".
Con anterioridad a esa concepción en el marco de la tª democrática moderna, existían dos sentidos de la palabra opinión, que aún persisten.
Orígenes de la opinión pública
De lo que si que no hay ninguna duda en la actualidad es que estamos hablando de uno de los conceptos más importantes y decisivos en las ciencias sociales. Pocos términos han generado tanto interés y controversia en los foros intelectuales, sociales y políticos como el que nos ocupa.
Podemos remontarnos y encontraremos aproximaciones en la filosofía del XVIII, en la literaratura del Renacimiento, e incluso en los trabajos de los clásicos griegos (Platón y Aristóteles).
Por tanto el pensamiento liberal, como Rousseau, vio la opinión pública como una forma de realizar la voluntad común, que se manifestaba en el debate igualitario y razonado.
Mientras que en la nueva versión la op se concreta en el gobierno de la mayoría dentro de un modelo democrático en la que se asimila con "la idea más comúnmente sostenida"' (que no siempre se identifica con el bien común), la elección de la mayoría expresada en elecciones regulares.
Es a Necker (Ministro de Hacienda, de la corona francesa) a quien frecuentemente se le atribuye la popularización de la frase opinión durante la década de 1780/90, reconociendo que era necesario el apoyo de la elite francesa para el éxito de la política gubernamental.
El segundo sentido, se considera equivalente a maneras, morales y costumbres.
En esta acepción se subraya el papel de la opinión una clase de presión y control social
El concepto de OPINIO PÚBLICA, es producto de la Ilustración. Es una idea cuyo desarrollo está íntimamente ligado a las filosofías políticas de finales de siglo XVII y XVIII (Locke, Rousseau) y fundamentalmente a la teoría democrática y liberal del siglo XIX.
El primero es epistemológico, tomada del latín opinio, y se utiliza para referir a un estado cognitivo, a una forma de conocimiento que discierne algo incierto de algo que se sabe cierto.
Se considera a los franceses como inventores y divulgadores del término.
Noell-Neumann afirma que es Rousseau el primer usuario de la combinación opinión y público como expresión unida, utilizándola en el segundo sentido al que hemos referido antes: aludiendo a costumbres y modos de la sociedad.
En cualquier caso parece que hay acuerdo en afirmar que a finales del XVIII en la literatura y en la intelectualidad francesa se hacía uso frecuente de esa expresión par referirse a asuntos de índole más político que social, muy ligados a ideas como el "bien público", "espiritu público" o "conciencia pública".
Habermas une la aparición del concepto al nacimiento de una esfera pública de razonamiento crítico, ligada al crecimiento del capitalismo y el dominio de la burguesía curopea que se reunía en los cafés ingleses, en los salones parisinos o en las sociedades de tertulias alemanas, lugares de reunión en los que se conversaba de los más diversos temas (sobre todo artísticos), y donde la autoridad de los argumentos suplantó a la autoridad del título.
El libre flujo de información y crítica, el razonamiento y la argumentación pública se convirtieron en instrumentos del asentimiento público sobre temas políticos. En esa esfera pública surge la opinión Como una nueva forma de autoridad política con la que la burguesía desafiaba al gobierno.
¿Cómo se convierte la opinión pública en objeto de estudio para las ciencias sociales?
Fue a finales del XIX cuando la Opinión Pública se encontró sometida a cada vez más frecuentes análisis empíricos al estilo de las ciencias sociales, que cada vez cobraban más fuerza y representatividad como disciplinas científicas.
A los científicos les intrigaba esa nueva fuerza social que iba ganado poder, y se expandía a una mayor población, a través de los avances en educación y en medios de comunicación.
Problemas de la opinión pública en el siglo XX.
Falta de competencia: Refiere a las reservas sobre la capacidad del público para opinar en los asuntos públicos.
Quizás
una de las posturas más críticas sobre la Opinión Pública ha sido la de Lippmann en su obra Public Opinion': Su tesis es que la democracia pide demasiado a los ciudadanos ordinarios, máxime cuando éstos además tienen poco interés en ese tipo de
asuntos.
El conocimiento correcto e incluso exacto que debieran tener los ciudadanos para tener una opinión formada e informada es sencillamente imposible. Afirma que "el mundo político queda fuera de su alcance, de su vista y de su mente"'.
Falta de recursos: Otros autores posteriores como Dewey' consideraban que el problema no era la incompetencia del individuo, sino la falta de medios suficientes para la comunicación pública. La respuesta estaba en la educación y en los canales de expresión. Gracias a ellos se podria pasar de la "Gran Sociedad" a la "Gran Comunidad" que según Lippmann era necesaria para que la teoría democrática realmente funcionase.
CRISTEL ROJAS
PERIODISMO III AÑO