Por lo tanto, es esencial realizar un diagnóstico completo, que incluye: obtener el historial clínico completo del paciente, conocer la historia de sus padres y abuelos, utilizar material de entrevistas abiertas y dirigidas, en el caso de niños llevar a cabo horas de juego diagnósticas, realizar pruebas proyectivas y objetivas, excepto cuando no son apropiadas, ya que proporcionan información valiosa más allá de la opinión subjetiva del profesional y Realizar entrevistas diagnósticas familiares y vinculares, especialmente en casos de niños, adolescentes y adultos gravemente perturbados, ya que la patología afecta a toda la familia y la alianza terapéutica debe establecerse con la familia, no solo con el individuo perturbado.