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Como en un espejo oscuramente: un país visto en fotografías de Susan…
Como en un espejo oscuramente: un país visto en fotografías de Susan Sontag
Cada persona que ha sido fotografiada era señal de algún oficio, clase o profesión. Todos los modelos son representativos e igualmente una figura de realidad social determinada.
Las fotografías, que almacenan el mundo, parecen incitar el almacenamiento.
En 1915 Edward Steichen fotografió una botella de leche en la escalera de incendios de una
casa de vecindad, el ejemplo prematuro de una noción muy diferente de fotografía bella.
Las fotografías vuelven irrelevantes las reacciones compasivas.
El fotógrafo es un superturista, una extensión del antropólogo que visita a los nativos y regresa con noticias sobre sus exóticos haceres y estrafalarios haberes
Las fotografías son en efecto experiencia capturada y la cámara es el arma ideal
de la conciencia en su talante codicioso.
El fotógrafo es una versión armada del paseante solitario que explora, acecha y cruza el infierno urbano.
Mediante códigos visuales, las fotografías alteran y amplían nuestras nociones de lo que merece la pena mirar y de lo que tenemos derecho a observar.
La fotografía es el único arte que
ha logrado cumplir con la ostentosa y secular amenaza de una usurpación surrealista de la sensibilidad moderna.
Coleccionar fotografías es coleccionar el
mundo.
La fotografía profesional significaba en sentido propio una amplia suerte de turismo de clase alta
La caverna de platón ha funcionado como unos de los primeros registros de la realidad. Comenzó el inventarios en 1839 y desde entonces se ha fotografiado casi todo, o eso parece.
La exposición de Diane Arbus, impuso una sensación exactamente opuesta al cálido material de Steichen
La exposición de Arbus presentaba monstruos diversos y casos límite casi todos feos
Los grandes virtuosos como Alfred Stieglitz y Paul Strand buscaban mostrar algo con cada una de sus composiciones.
Fotografiar es conferir importancia.
Hacer imágenes, resulta ser un acontecimiento en el que cada vez se arroga derechos irrebatible para interferir, invadir o ignorar lo que está sucediendo.
Whitman pensaba que no estaba aboliendo la belleza sino generalizándola.
Al fotografiar enanos no se revelan
la majestad y la belleza. Se revelan enanos.
El acto fotográfico es un modo de certificar la experiencia, es también un modo de rechazarla: cuando se confina a la busca de los fotogénico, cuando se convierte la experiencia en una imagen de recuerdo.
Fotografiar es apropiarse de lo fotografiado.
Ser propietario de un momento que ya ha sucedido.
La fotografía ofrece la oportunidad de demostrar que el horror de la vida puede ser afrontado sin remilgos.