Este modo es orar, es sumamente útil, puesto que nos aydua a concentrarnos mejor, y fijar un objetivo en cada uno de nuestras oraciones. De igual manera, nos permite conversas con Dios, Jesús y María de modo más natural, mientras aumentamos nuestra capacidad de análisis y comprensión y lectora. Sin lugar a dudas, la oración ignaciana, es capaz de marcar un cambio relevante en la vida de aquellos que la aplican.