2) Contratransición:La naturaleza lineal y unidireccional de la teoría original no permitía mucha libertad de movimientos de contraflujo que, no obstante, han sido comunes durante la última década en muchos países latinoamericanos.
El resurgimiento de enfermedades tales como el paludismo, el dengue y, más recientemente, el cólera, constituye una prueba de peso en este sentido.
3) Transición prolongada: Los dos procesos antes descritos conducen a una situación en la que no existe una resolución clara del proceso de transición.
Muchos países latinoamericanos parecen estancados en una situación de morbimortalidad mixta en la que sigue habiendo una gran incidencia de infecciones comunes sin que se llegue al predominio absoluto de los procesos crónicos.
En este sentido puede hablarse de una“transición prolongada”
4) Polarización epidemiológica
Las tres características hasta ahora descritas no afectan
de igual forma a los diferentes grupos sociales y regiones geográficas, sino que,por elcontrario, exacerban las desigualdades previas en materia de salud.
En efecto,tradicionalmente han existido marcadas diferencias cuantitativas en el número de muertes que sufre cada grupo social.
Pero la “transición polarizada prolongada” introduce diferencias cualitativas nuevas en el tipo de enfermedades que padecen los diversos grupos sociales.