Diversas leyes prohíben la discriminación debido a la raza, color, edad, religión, sexo y nacionalidad. Con respecto a las pruebas, estas leyes determinan lo siguiente: el empleador deberá ser capaz de probar que sus pruebas están relacionadas con el éxito o fracaso en el empleo, el empleador deberá ser capaz de probar que sus pruebas no discriminan injustamente a las minorías o a subgrupos que no sean de la minoría.