Se dice que un programa no se termina al 100%, ya que es necesario hacer algún cambio, ajuste o complementación para que siga funcionando correctamente; para llevarlo a cabo se requiere que el programa esté bien documentado. Todos los programas tienen actualizaciones, por lo que surgen versiones diferentes. Por ejemplo: Windows 3.11, 95, 98, 2000, Millennium, Xp, Vista y 7.