Para Niño (2012), el conocimiento científico es el que produce la ciencia, una de sus características, bien importante, es la falibilidad. Esto quiere decir que el conocimiento científico es por esencia una continua aproximación del sujeto investigador al objeto investigado mediante procedimientos de rigurosa comprobación. Si se trata de una aproximación, nunca es un conocimiento dogmático, nunca es definitivo, por claro que se manifieste a los investigadores. Siempre es provisional: en cualquier momento con nuevas investigaciones es posible negar su verdad, limitar, corregir o ampliar.