1.- Antes de comenzar cualquier estudio preliminar, es esencial comprender completamente cuáles son los objetivos que se pretenden lograr con el nuevo sistema. Define claramente qué problemas o necesidades se deben abordar y cuál será el alcance del sistema. 2.- Evalúa la viabilidad del proyecto desde diferentes perspectivas, como la técnica, económica, operativa y legal. ¿Es factible técnicamente implementar el sistema? ¿Tiene sentido desde un punto de vista económico? ¿Cómo afectará el sistema a las operaciones actuales?3.- Identifica y comunica con todas las partes interesadas, tanto internas como externas, que estarán involucradas en el proyecto del sistema. Esto incluye a los usuarios finales, patrocinadores, equipos de desarrollo, gerentes y otros actores relevantes. 4.- Investiga y documenta los requerimientos iniciales del sistema. Esto implica identificar las funciones y características necesarias, así como los datos que se deben recopilar y procesar.
5.- No te limites a una sola solución. Explora diversas alternativas y opciones para abordar los objetivos del sistema. Esto podría incluir la consideración de soluciones personalizadas, paquetes de software existentes o una combinación de ambas.