El brasileño basa sus planteamientos en la idea de apertura, de inacabamiento del ser humano. Éste no es un ser concluido, terminado, tiene que ir construyendo su existencia.
Su conciencia es siempre intencional, es conciencia de, conciencia cargada de contenido, una conciencia volcada hacia el mundo, en relación dialéctica con él.
No existe conciencia sin mundo, ni mundo sin conciencia
-