2.- Atender a lo que verbaliza: qué, cómo y cuándo verbaliza y con qué ritmo. Apreciar las características de su lenguaje: claridad, confusión, preferencia por términos equívocos, imprecisos o ambigua, etc. Considerar que aspectos de su vida elige para hablar, cuáles prefiere, cuáles provocan bloqueos, ansiedad, etc. Capacidad de insight. Centrarse en el presente y desde allí integrar el pasado y el futuro.