la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Natural y Cultural de 1972, organizada por la Unesco, es fundamental para la protección del patrimonio cultural a nivel internacional. Se destaca que en esta convención se da prioridad a la protección del patrimonio material, pero en ese momento no se reconocía el alcance de los aspectos inmateriales del patrimonio. Sin embargo, diez años después se propuso incluir en la definición de cultura no solo las artes y las letras, sino también los modos de vida, los sistemas de conocimiento, los valores, tradiciones y creencias de los pueblos, dando lugar al concepto de "patrimonio cultural inmaterial". Se pidió a la Unesco que desarrollara programas para salvaguardarlo, haciendo énfasis en las tradiciones orales.