Después de la peste negra, que redujo el modo dramático de la población humana, los bosques pudieron, irónicamente, recuperarse por un tiempo. Cómo reacción a esto, en la Alta edad media, los reyes, los rajas y los emperadores reservaron los bosques sólo para la caza, y como contrapartida mataron miles de animales. Una sola túnica para Enrique IV de Inglaterra requería 80 pieles de armiño y doce mil ardillas.Las consecuencias de la dominación americana fueron las poblaciones dispersadas y hambreadas, los templos demolidos, las terrazas y acueductos abandonados, la tierra erosionada, arroyos secos y contaminados, animales muertos, olvidadas sus plantas, bosques, selvas y grandes pastizales quemados.