La relación entre sujeto y objeto se caracteriza por ser dinámica, de cambio constante. En primer lugar, el sujeto debe percibir al objeto como algo externo a él para poder examinarlo, debe tratar de objetiivarse. Luego de haber hecho esta separación, el sujeto debe acercarse al objeto para tratar de comprenderlo, caracterizarlo, definirlo, explicar su funcionamiento, etc. Posteriormente el investigador debe volver a sí mismo, para procesar esos datos e información obtenida, sacar conclusiones, hacerse nuevas preguntas, elaborar nuevas ideas, para de nuevo volver al objeto y hacer lo mismo una y otra vez. Este proceso de acercamiento y aalejamiento del sujeto con respecto al objeto explica su caracter dinámico