Son aquellos bienes que permiten realizar una obra, servicio o empresa, pero no pueden ser apreciados por los sentidos. Su existencia no es material, sino jurídica; sin embargo, su importancia radica en que pueden otorgar facultades o ser simples ideas abstractas que se traducen en cifras y le dan relevancia a un lugar, por ejemplo, la clientela, el avío, el derecho de arrendamiento y la propiedad industrial