Las vitaminas, los minerales (calcio y hierro) y la fibra dietética se encuentran entre los grandes beneficios de una dieta rica en frutas y verduras, ya sean alimentos enlatados, congelados o frescos. Además, hay propiedades antioxidantes (betacaroteno, vitamina C y vitamina E) y propiedades anticancerígenas, y la grasa es baja para la mayoría de las frutas y verduras.