Si la conciencia se identifica con el contenido mental, este contenido se convierte en el contexto a partir del cual se contempla cualquier otro contenido y experiencia mental. Así, el contenido convertido en contexto interpreta ahora otro contenido y determina el signifi-cado, la percepción, la creencia, la motivación y el comportamiento, todo de manera que sea congruente con ese contexto y lo refuerce. Además, el contexto moviliza procesos psicológicos que a su vez lo refuerzan.