El ser humano es libre, aunque tenga influencia social, y en esas elecciones puede errar, y por ello, es necesaria la interacción dual, por la cual ambos actores se ven como sujetos y no como objetos, y en esa “transacción” e interacción crecen juntos, pues cada uno se da indicaciones teniendo en cuenta al otro, para interpretarlo y juzgarlo.