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El auge y la caída de lridium - Coggle Diagram
El auge y la caída de lridium
"No nos podemos il de vacaciones ahora, estoy a punto de lograr esta operación. ¿Cómo Ia voy a poder
cerrar desde el cayo de Green Turtle? ¡Es una de las islas más distantes de las Bahamas! Ni siquiera van a
terrer teléfono"
En Motorola, Bertiger 1e pianteó la posibilidad de una red telefónica global a dos ingenieros colegas,
Ray Leopoid y Ken Peterson. Bertiger, Lecpolci y Peterson trabajaban en el Grupo de Tecnología de1
Espacio
Los tres ingenieros jugaron con una serie de ideas para crear una red global de comunicaciones que pudiese superar las limitaciones del celular, incluyendo una red de naves espaciales a altitudes elevadas, u¡a red cle aeronaves operadas a control remoto que funcionaran como enlaces de transmisión.
Hillis consideró que los campos comerciales de satélites y comunicaciones móviles eran los medios ideales para que Motorola dejara de ser un proveedor de componentes y se convirtiera, el,actualmente en un constructor de sistemas completos.
Ei equipo iba a necesitar un nuevo tipo de satélite de comunicación localizado en una órbita terrestre baja. Orbitando la Tierra a una distancia de [450-1000] millas, los satélites de órbita baja brürdaban un servicio de mejor calidad, al tiempo que requerían menor potencia -aproximadamente 200 a 2000 veces menos
En 1992, Ios analistas de la industria estimaron que los suscriptores al servicio satelital móvi1 (conocido por sus siglas en inglés como MSS) serían más de 1.8 millones en ei año 2001
2.3 millones en el 2006.'o No obstante lridium proyectó una base de usuarios cle 1.4 millones dL suscriptores e 1996, su primer año de operación. Además, mientras que el sistema de Iridium podía aPayar hasta 10 millones de suscriptores, la compañía calculó que sería rentable con sólo 700,000.tt
Desafortunadamente, algunos países veían el proyecto como una movida
imperialista de los norteamericanos a fin de monopolizar ei mercado en las comunicaciones por satélit
Este representaba u¡a amenaza directa a sus propios sistemas postales, de telefonía y telegrafía, que en esa época eran predominantemente propiedad del Estado, y les generabali ingresos significativos. Como lo observó un periodista:
"Era un caso de entusiasmo grotesco, de yo puedo hacerlo todo, para ir por delante de las pesadas maniobras del cabildeo y la diplomacia global"."
esfuerzos internacionales, nombrándolo vicepresidente de Iridium Internacional en diciembre de 1991. En respuesta a estos problemas, Iridium promovió a Leo Mondale para que se hiciera cargo de los Mondaie
La evolución del plan En vez de buscar a unos cuantos inversionistas importantes, Mondale propuso que tridium tenga partes de la compañía gama más amplia de inversionistas internacionales por aproximadamente 40 millones de dólares cada parte
Cuando se llevó a cabo la Conferencia Mundial de la Radio Administrativa en España en 1992,Iridium había reunido suficiente apoyo de 1os países en desarrollo para contrarrestar el peso de los países desarrollados que veían a Iridium como una amenaza.
Construyendo la infraestructura A principios de los años noventa, había seis compañías que daban en servicio fijo de satélites a los Estados Unidos, operando 36 satélites con un valor neto de más de 4 mil millones de dólares.
Teníamos trabajando a un equipo de manufactura; se estaba abriendo camino, haciendo cosas como construir a escala equipos de un satélite artificial, sus estructuras y antenas, y luego ensamblándolas. Hemos hecho corridas en seco de todo el proceso de manufactura de satélites."
Una carretilla especial cargaba el chasis construido por Lockheed, que permitía girar sobre sí mismo para que el acceso fue mas fácil durante el ensamblado.
La empresa Motorola lideró un ambicioso proyecto para crear una constelación de 77 satélites en órbita terrestre baja que proporcionaría cobertura global para comunicaciones de voz y datos, permitiendo a las personas comunicarse en cualquier lugar del mundo, incluso en áreas remotas sin infraestructura terrestre.
La inversión total en el proyecto superó los 5.000 millones de dólares y requirió una coordinación sin precedentes para lanzar y operar tantos satélites.
