En Motorola, Bertiger planteó a dos colegas ingenieros, Ray Leopold y Ken Peterson, la idea de crear una red telefónica global. Los tres trabajaban en el Grupo de Tecnología del Espacio y Sistemas de Motorola en las instalaciones satelitales de la empresa en Chandler, Arizona. En ese momento, la tecnología de telefonía celular estaba empezando a surgir, dependiendo de torres de radio para la cobertura en áreas limitadas. Sin embargo, enfrentaban problemas de recepción en zonas sin torres y obstáculos naturales como montañas y túneles.
Bertiger propuso la solución de usar satélites en lugar de torres. Estos satélites, llamados "células", se moverían en órbita alrededor de la Tierra a una velocidad de 17,000 millas por hora. Al girar sobre la Tierra, estarían sobre el usuario que realiza la llamada mientras este permanece en un lugar fijo.