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Evolución del juego "Teorías Psicoanalíticas". - Coggle Diagram
Evolución del juego "Teorías Psicoanalíticas".
Anna Freud
Fase 3: en esta fase se produce el apego del niño a un objeto de transición específica y se desarrolla un interés menos discriminado por juguetes suaves, que en tanto objetos simbólicos son acariciados y/o maltratados de forma alternada (cargados con libido y agresión).
Fase 4: en este período los juguetes suaves van desapareciendo gradualmente, aunque los mismos aún son utilizados por los niños para dormir convirtiéndose en objetos de transición que favorecen el pasaje del niño desde la participación activa en el mundo externo hasta el retraimiento narcisista necesario para lograr el sueño.
Fase 2: en esta etapa las propiedades del cuerpo de la madre y del niño son transferidas a ciertos objetos suaves como una almohada, mantita, oso de peluche, que sirven como primer objeto de juego cargados con libido narcisista y objetal.
Fase 5: placer por la tarea cumplida tales como: la imitación e identificación en la relación madre-hijo inicial, la influencia del Ideal del Yo, el cambio de la pasividad a la actividad y la tendencia a la maduración o desarrollo progresivo.
Fase 1: en este momento el juego constituye una actividad que proporciona placer erótico y que involucra la boca, dedos, visión y la piel. Se lleva a cabo con el propio cuerpo (placer auto-erótico) o con el cuerpo de la madre, existiendo una indiferenciación bebé-mamá.
Fase 6: en esta última fase la capacidad lúdica se convierte en trabajo, transformación que se da a partir de la adquisición de la capacidad de control, inhibición o modificación de impulsos y de la utilización de objetos y materiales de forma positiva y constructiva (construir, aprender, planificar, etc.-).
Fases del desarrollo del juego que abarcan desde el juego del niño al trabajo del adulto.
Melanie Klein
El juego como lenguaje de símbolos al igual que el sueño: sostiene que el juego es el medio de expresión natural del niño y entiende al mismo como un lenguaje que debe analizarse con los mismos parámetros que los sueños. Así, expresa sus fantasías, deseos, temores y experiencias de manera simbólica y al hacerlo utiliza el mismo lenguaje que en los sueños.
El juego como mecanismo de elaboración de la ansiedad: el juego es el modo que tiene el Yo del niño para dominar la ansiedad y transformar las experiencias sufridas pasivamente en activas, cambiando dolor por placer.
El juego como mecanismo de elaboración de la ansiedad: el juego es el modo que tiene el Yo del niño para dominar la ansiedad y transformar las experiencias sufridas pasivamente en activas, cambiando dolor por placer.
El juego crea y favorece el desarrollo del pensamiento representativo: el juego espontáneo de representación crea y fomenta las primeras formas de pensamiento “como si” (dirigido a un futuro).
El juego y su valor diagnóstico-terapéutico: a partir del análisis de las libres expresiones del juego del niño con los juguetes es posible acceder a sus fantasías inconscientes. Plantea que el juego es un medio susceptible de ser analizado con el mismo método que se analizan los sueños.
Sigmund Freud
Los primeros aportes efectuados en 1909 a partir de la interpretación del juego, sueños y fantasías en el análisis que realiza de la fobia de un niño de 5 años, en 1920 observa e interpreta el juego de su nieto de 18 meses. A partir de sus estudios, realizó cuatro valiosos aportes a la comprensión del juego.
El juego permite la elaboración de experiencias traumáticas mediante la repetición simbólica (repite situaciones que ha experimentado en la realidad).
En el juego existe una tendencia al placer, a partir de la cual el niño repite como juego una impresión desagradable, repetición que está ligada a la consecución de placer.
El juego es el disfraz de la libido, es un realizador de deseos y una vía de descarga pulsional, está se despliega en el juego a través de impulsos sexuales y agresivos.
El motor del juego es el deseo del niño de ser mayor.
Eric Erikson
El juego y su función de alucinar un dominio yódico: es una función del Yo, un intento de sincronizar los procesos corporales y sociales con el sí mismo.
El juego está íntimamente asociado con el crecimiento: juego infantil distinto sentido y función que el juego del adulto.
El juego y sus tres esferas.
Juego Autocósmico u AUTOESFERA: -En sus comienzos, el juego del niño se centra en su propio cuerpo. Este tipo de juegos consisten en la exploración por repetición de percepciones sensuales, sensaciones kinestésicas y vocalizaciones.
Juego Solitario u MICROESFERA: refiere al pequeño mundo de juguetes susceptibles de manipulación, al cual el niño vuelve cuando su Yo necesita reparaciones.
Juego compartido con otros o MACROESFERA: aparecen cuando el niño entra a la edad preescolar. En este tipo de juegos el mundo es compartido con otros.
El juego como instrumento diagnóstico- terapéutico: el juego espontáneo posee una tendencia autocurativa, en tanto ayuda al niño a ayudarse a sí mismo (sentimiento de identidad).
Donald Winnicott
El concepto de objeto transicional: al cual define como la primera posesión Yo - No Yo que tiende a favorecer el proceso de individuación y de discriminación entre el mundo interno y el mundo externo.
Espacio transicional es una zona de experiencias neutral o intermedia entre la subjetividad y la objetividad que resulta necesaria para una relación entre el niño y el mundo externo.
Fenómenos transicionales: dan inicio a la existencia de una tercera área que asegura la transición entre el niño unido simbióticamente a la madre y una situación de individuación progresiva, de reconocimiento de la madre como un ser independiente y exterior.
Objeto transicional representa el pecho materno o el objeto de la primera relación y es anterior al establecimiento de la prueba de realidad. En él se advierte el paso del dominio omnipotente y mágico al dominio por manipulación.
La confianza en la base del juego: En esa línea, el juego implica confianza y el uso del espacio de juego está determinado por experiencias vitales que se dan en las primeras etapas de vida, por lo que la falta de confiabilidad en la madre significa para el niño la pérdida de la zona de juego.
El juego como espacio simbólico, neutral o intermedio de experiencias entre el mundo interior y el mundo exterior: la función de esta zona intermedia es la de ser un espacio de descanso para el niño dedicado a la tarea de mantener separadas y a la vez relacionadas la realidad interna y la realidad externa.
El valor terapéutico del juego: Existe una correspondencia entre el juego y la salud, en tanto favorece el crecimiento y estimula las relaciones grupales.
El juego en el origen de la experiencia cultural: surge a partir de la zona intermedia de experiencias que existe entre el individuo y su ambiente.