Se parte de la detección de una situación problemática y la consecuente formulación del problema; luego, se pasa al análisis del problema y la búsqueda de alternativas de solución, para después seleccionar una, teniendo en cuenta que debe estar enmarcada dentro de las posibilidades manuales de los niños y de los materiales con que pueden trabajar (papel, cartón, telas, maderas livianas, alambre, hilo, piolín, etc.), y finalmente concretarla en los hechos.