Estados Unidos no era el único que se preocupaba por la presión de Stalin para extender la influencia soviética hacia el oeste y someter a otros estados al dominio comunista. En 1948, la URSS apoyó un golpe de estado comunista en Checoslovaquia y lanzó un bloqueo de Berlín occidental, que había sido dividido en zonas de ocupación controladas por los comunistas en el este y los capitalistas en el oeste.
Para demostrar un frente unido, Estados Unidos y sus aliados formaron una alianza transatlántica de defensa mutua conocida como la Organización del Tratado del Atlántico Norte, o OTAN. El 4 de abril de 1949, Estados Unidos, Canadá, Bélgica, Dinamarca, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, Portugal y el Reino Unido firmaron un tratado en el que se acordaba que "un ataque armado contra uno o varios... se considerará un ataque contra todos ellos".
La URSS respondió creando su propia alianza defensiva. Firmado en 1955, el Pacto de Varsovia incluía a la Unión Soviética y a siete estados satélites, entre ellos Polonia y Alemania Oriental, reforzando la barrera ideológica y militar entre Europa Oriental y Occidental que Winston Churchill había bautizado como "Telón de Acero"