No es posible separar los componentes de un compuesto químico mediante métodos físicos de separación, por lo que es necesario emplear métodos que involucren cambios químicos. Por ejemplo, si hervimos agua, el vapor resultante seguirá constituido por moléculas de agua, solo que ahora en estado gaseoso, en este caso, ha ocurrido un cambio físico. Por otra parte, si hacemos reaccionar agua con trióxido de azufre (SO3), obtendremos ácido sulfúrico (H2SO4), un compuesto totalmente diferente (en este caso, ha ocurrido un cambio químico).